PEREGRINAR

Vivencia impotente que avanza, camina lenta, a veces rauda.

Trastabilla en la vacilación, persistente.

La iniquidad ininteligible le arranca el melancólico recuerdo.

Oscura, maldita, ciega su rumbo.

Pierde el equilibrio.

Su etéreo bastón, razón invisible, le permite seguir andando.

Continúa.

Desiste de los mapas, resigna su control, olvida sus cálculos.

Un paso firme tras otro, sereno, alegre.

Nunca se cansa en el amor. El amor nunca lo cansa.

Continúa.

La confianza siempre providente, espera.

Impertérrita, se jura para sus adentros nunca abandonar el camino.

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